Una madre salta del banco
con el mate en la mano e increpa al
referí porque creé injusto el fallo contra su pequeño hijo. El marido trata de
contenerla mientras el niño suelta algunas lágrimas a causa de los nervios que
le produce la escena.
En el torneo de la
Federación Argentina Deportes Infantiles
(F.A.D.I) juegan muchísimos niños de
los barrios de Avellaneda, y lo jugaron los que ahora son padres. Se vive con mucha intensidad, y a medida que
se asciende de divisional, aumenta el nivel competitivo y la presión que
ejercen sobre los niños tanto padres como entrenadores.
En la
“E”, la divisional más baja, prevalece lo lúdico y el divertimento, no es tanta la
importancia que le dan al triunfo. En la “A”, el extremo más competitivo, no
hay otra alternativa que no sea ganar.
Los padres están convencidos de que su hijo es el mejor jugador del mundo y le
exigen como a un grande.
“Ahora quitan puntos por
cualquier hecho de violencia para que los padres lo piensen dos veces antes de
actuar por impulso y perjudicar al club de sus hijos”, nos cuenta Mariano
Cintioli, representante del club Jorge
Newbery y padre de Nacho, un jugador de la
categoría 2001. Sus funciones son diversas: mantener a los padres en calma para
evitar incidentes, manejar las planillas de jugadores, presentar los documentos
y hablar con el árbitro ya que es el único autorizado.
“Ese es Rocky” cuenta Mariano señalando al
réferi, y efectivamente tiene un gran parecido al boxeador de la película.
Según el representante del Jorge Newbery, Rocky es uno de los árbitros más queridos y respetados, algo muy meritorio
en una liga tan fervorosa.
Según informa el sito
web Fadi pasión, la liga tiene cinco divisionales, A,B,C,Dy E.,
y en cada una de estas juegan veinte equipos en la modalidad papi fútbol. Compiten todos los sábados desde el mes de marzo a diciembre, y cada club cuenta con
siete categorías, este año la 2000
a 2006. Los
clubes pertenecen en su gran mayoría al partido de Avellaneda, y sólo unos
pocos a Quilmes y Lanús.
“En la A los vienen a
buscar de Independiente, Racing o Arsenal” cuenta Mariano para graficar la
magnitud del nivel de competencia que existe en la divisional más alta.
Los clubes grandes tientan a los padres ofreciéndoles plata y otros bienes con el fin de captar jugadores
con potencial para llegar a primera
división. Eso explica la pasión y los excesos que a veces protagonizan los
padres, principalmente en los partidos la “A”
“Este año le sacaron 135
puntos a un club de Wilde porque lo padres corrieron a otro padre del club
contrario y lo cagaron a palos”, describe crudamente el representante del Jorge Newbery, un club donde los chicos y padres se muestran distendidos,
en un clima que más tiene que ver con disfrutar el momento en familia, que
fabricar futuros campeones de fútbol.
Pero más allá de algunos
hechos de violencia propios de los
tiempos agitados que vivimos,
el “fadi”, continúa siendo
un espacio para que los niños se inicien en el deporte y hagan sus primeros
amiguitos del barrio. Las jornadas de torneo pueden disfrutarse en familia y
pasar una linda tarde tomando mate con otros padres. Es muy común que aparte de
los niños, se hagan amigos también los padres. Es por eso que el fadi es una
pasión de grades y chicos.
l
“
1 comentarios:
El padre que quiere "salvarse" con un futuro crack y el que quiere que su hijo se divierta haciendo deporte. El mundo de los torneos infantiles es apasionante. Gran crónica.
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